Fiscalía de Chiapas confunde hogar de cinco familias y 24 niños con red de trata infantil

KARLA GARCÍA | BITÁCORA SUR

Tuxtla Gutiérrez.  El pasado 15 de julio, la Fiscalía General del Estado de Chiapas, (FGE) detuvo a Adolfo Gómez Gómez, en el parque central de San Cristóbal de Las Casas, como presunto implicado en la desaparición del niño de dos años, Dylan Esaú; motivo por el que también detuvieron a Josefa Sánchez Gómez, esposa de Adolfo, en la Fiscalía de Distrito Altos.

Adolfo Gómez, indígena originario de Ixtapa, quien se dedicaba a vender collares de artesanía, fue recluido en el Centro Estatal de Reinserción Social número 5 de esa ciudad.

El pasado 20 de julio, a través de un comunicado, la FGE informó que, derivado de la búsqueda de Dylan en San Cristóbal de Las Casas, este órgano desmanteló una red de tratantes de infantes, al catear un domicilio en el barrio Tlaxcala.

Enereida Gómez. / Foto: Karla García

En ese cateo, rescataron a 23 niños y detuvieron a tres mujeres indígenas por el delito de trata de personas en su modalidad de trabajos forzados, pues con base en la carpeta de investigación, los niños eran obligados a vender artesanías por medio de tortura física y psicológica.

Este lunes, 12 días después de la detención de Adolfo Gómez, la fiscalía de Chiapas anunció a los familiares que Adolfo se suicidó en el penal. Una ambulancia de Protección Civil trasladó el cuerpo, del penal de San Cristóbal de Las Casas a la comunidad Chigton, municipio de Ixtapa, para velarlo y sepultarlo.

Este martes por la mañana, durante el velorio, los hijos de Adolfo abrieron el ataúd y enseñaron a los medios de comunicación el cadáver de su padre para mostrar las heridas que encontraron al vestirlo, entre ellas, una herida en la cabeza de aproximadamente ocho centímetros de largo, moretones en las costillas y una herida en las encías.

“A mi papá sí lo torturaron allá adentro, porque el mismo judicial dijo, del día 15 que lo detuvieron, a la una de la mañana, lo sacaron a darle su calentadita, para que mi papá se culpe el sólo”: AMIBAR GÓMEZ, HIJO DE ADOLFO.

Antes de la muerte de Adolfo, los familiares recibieron llamadas telefónicas en las que pedían la entrega de 50 mil pesos para garantizar la seguridad de Adolfo dentro del penal. El audio de la extorsión telefónica circuló a través de whatsapp.

Padres de Juana Montejo. / Foto: Karla García

Adolfo Gómez Gómez y Josefa Sánchez Gómez, detenidos el 15 de julio, eran abuelos de los 23 niños rescatados por la FGE, así como padres de María Hortensia Gómez Sánchez y suegros de Maribel Gómez Sántiz y Juana Montejo González; las tres mujeres detenidas por trata de infantes.

El lunes por la mañana, padres y hermano de Juana Montejo, se dirigieron a las instalaciones del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Chiapas, ubicado en Tuxtla Gutiérrez, para reclamar a siete de los 23 niños rescatados, hijos de Juana, de los cuales solo pudieron ver a tres de ellos.

Las cinco familias

Al recoger el cuerpo de su padre afuera de la Fiscalía de Distrito Altos en San Cristóbal de Las Casas, el pasado lunes, Enereida Gómez Sánchez, dijo ante la prensa que en la casa cateada por la fiscalía vivían cinco familias integradas por 24 niños.

Una de las familias eran Adolfo Gómez Gómez y Josefa Sánchez Gómez, abuelos de 22 niños y padres de dos, una niña que tiene en custodia el DIF Estatal y un niño, el único a quien la FGE no se llevó por encontrarse al cuidado de un familiar.

José Vázquez y María Hortensia Gómez Sánchez, detenida por la fiscalía, son padres de seis niños; Maribel Gómez Sántiz, también detenida, y Amibar Gómez Sánchez, son padres de cuatro hijos; y Juana Montejo Gónzález, detenida por la fiscalía del estado, y Eber Gómez Sánchez, son padres de siete hijos.

Enereida Gómez, dijo que ella es madre de cinco niños, con los cuales suman los 23 que tiene en custodia el DIF Chiapas, resultado de aquel operativo que realizó la fiscalía.

Aseguró que las cinco familias no son integrantes de una red de trata de infantes, como señaló la fiscalía, sino que juntos rentaban una casa de dos plantas y se dedicaban a la venta ambulante de artesanías en los andadores turísticos de San Cristóbal de Las Casas.

Velorio de Adolfo Gómez. / Foto: Argenis Esquipulas

Sin embargo, Enereida aseguró que existen seis ordenes de aprehensión en contra de los esposos de las detenidas y de ella, por el delito de trata de personas en modalidad de trabajos forzados.

Los padres de los niños señalaron que tienen en su poder 10 actas de nacimiento y cuatro constancias de alumbramiento, aunque algunas se encuentran en la casa cateada, y reconocieron que no todos los menores han sido asentados en el Registro Civil, pero están dispuestos a comprobar su parentesco a través de pruebas de ADN.

Actas de nacimiento de los niños Gómez. / Foto: Karla García

Este martes, familiares y habitantes de Chigtón dieron el último adiós a Adolfo Gómez Gómez, cuyos hijos y familiares aseguran que no se suicidó como informaron las autoridades, sino lo mataron al interior del CERESO 5 de San Cristóbal de Las Casas, por lo que exigen justicia ante la muerte de su padre; además de la liberación de las tres mujeres aprehendidas en el cateo y la liberación de Josefa Sánchez Gómez, madre de Enereida, a quien detuvieron en la misma fecha que a su esposo Adolfo.

Hasta el momento, ninguna autoridad ni organización social o de derechos humanos se han pronunciado en relación a este caso.

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