Clara Villafuerte/Bitácora Sur
Miembros de la asociación de bares, cantinas y restaurantes de Tuxtla Gutiérrez que operan de manera legal, denunciaron a Candelaria Margarita Aguilar Ruiz hasta hoy Directora de DISPRIS y a su “operador financiero” Hugo Lecona director de Alcoholes por corrupción.
Mientras ellos, quienes llevan años en el negocio, cuentan con todos los permisos, dictámenes de PC, Salud y estructurales, pagan sus impuestos en tiempo y forma, y dan seguro y prestaciones a sus empleados; los funcionarios corruptos hacen fortuna permitiendo la operación de bares y antros clandestinos a cambio de una jugosa cuota mensual. Un ejemplo de los más de 500 clandestinos qué hay en la ciudad y que operan con la venia de Aguilar Ruiz, es el denominado Hawáii ubicado en la 9a sur entre 21 y 22 poniente, justo a un costado de COMEX; el lugar pintado de amarillo tiene un portón negro con un anuncio de “Se Renta” para disfrazar lo que realmente sucede todos los días ahí adentro con la complicidad de las autoridades.
Según los denunciantes, quienes ingresaron al lugar y tomaron fotografías para constatar todas las irregularidades, afirman que el día 31 de diciembre en plena ley seca, El Hawaii abrió sus puertas mientras a ellos formalmente establecidos los obligaron a “cumplir con la ley”.
Para lograr el acceso a este clandestino, el ritual es tocar el portón y decir: “vengo de parte de la china” y ya adentro comienza la diversión sin medidas sanitarias, ni sana distancia, mucho menos control de menores de edad o alcohol no adulterado.
Los miembros de la asociación quienes pidieron el anonimato por miedo a represalias, exigen la renuncia de la titular de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitatios (DISPRIS) Candelaria Margarita Aguilar Ruiz así como de su operador financiero Hugo Lecona, quien es el encargado de cobrar los sobornos.
Para finalizar pidieron al Secretario de Salud del Estado que se revisen las licencias otorgadas por dicha funcionaria durante este último año, ya que oficialmente no hubo ventanilla abierta para ese tipo de trámites por cuestiones de la pandemia, sin embargo muchas fueron otorgadas bajo la mesa sin contar con la legalidad correspondiente, ni con las firmas de otros funcionarios que validan este tipo de permisos.
