-Se ha reportado el asedio a sacerdotes y obispos, así como la expulsión de miembros de comunidades religiosas
ALFREDO PACHECO / BITÁCORA SUR
Tuxtla Gutiérrez.- Monseñor Fabio Martínez Castilla, arzobispo de la capital chiapaneca, comentó en entrevista que la iglesia mexica se ha sumado y pedido a sus fieles permanecer en oración por la situación de los religiosos en Nicaragua.Señaló que el Episcopado Mexicano respondió al llamado del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) para que los Obispos de la Iglesia católica de América Latina para orar por la Iglesia en Nicaragua y sus autoridades.
Cabe destacar lo que comentó el obispo Miguel Cabrejos, presidente del CELAM sobre la situación que se vive en Nicaragua, “los últimos acontecimientos, como el asedio a sacerdotes y obispos, la expulsión de miembros de comunidades religiosas, la profanación de templos y el cierre de radios, nos duelen profundamente».
“Creo que es necesario un llamado a la solidaridad y a la oración por ellos, y ya más adelante la iglesia verá otras maneras en las que podamos ayudar, como puede ser ayuda humanitaria o la difusión internacional para que los medios lo den a conocer o incluso puede ser otro tipo de ayuda, como de acogida a los religiosos expulsados” dijo el arzobispo.
En ese sentido, expuso que, si hubiese necesidad de acogerlos, los miembros de la iglesia son una familia y están para recibirlos, acompañarlos y apoyarlos, sin embargo, añadió, “generalmente cuando acontecen esas cosas los religiosos no queremos salir, al contrario, buscamos quedarnos para dar testimonio hasta la muerte, te lo digo por experiencia en misiones, la cruz es parte del seguimiento al señor, y hay que dudar de quien huye ante la cruz”.
Monseñor enfatizó que todo sufrimiento no solamente es preocupante, sino que es ocupante, se tiene que ocupar y se tiene que dar una respuesta ante él, y por lo pronto la ayuda que no debe faltar es la oración.
Para finalizar, Martínez Castilla manifestó que actualmente a nivel mundial hay una influencia hacia el socialismo mal entendido; “es una enfermedad que tenemos, así como el Covid, de aquellos que quieren agarrar el mundo y adueñarse de él e ir contra la dignidad y la libertad de las personas”.
