-El aguardiente artesanal originaria de los altos de Chiapas está rodeada de mitos
Alfredo Pacheco / Bitácora Sur
Tuxtla Gutiérrez. – El Pox, aguardiente artesanal originaria de los altos de Chiapas destaca por su pureza, así lo demostró un estudio elaborado por El maestro en ciencias, Francisco Javier Torres Aguilar.
Señaló que se realizó dicho estudio luego de que, se cuestionara los procesos de destilado de esta bebida alcohólica tradicional la cual es usada en rituales, actos cívicos y en el día a día de los pueblos originarios.
El Pox se encuentra rodeado de mitos, uno de ellos ronda sobre su impureza y una alta concentración de alcohol, sin embargo, la investigación del maestro demostró que no es así.
El especialista en Recursos Naturales y Desarrollo Rural de la Unidad San Cristóbal, del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), presentó los resultados de su análisis: “Concentraciones de etanol y metanol en el aguardiente pox destilado por indígenas en Los Altos de Chiapas”.
En el mismo se dio a conocer que si bien se encuentran algunas concentraciones de estos compuestos en etapas específicas de la destilación, el riesgo por ingesta del destilado es bajo debido a que los niveles de etanol y metanol no superan los límites normados.
“En el producto final, se puede tener una gran seguridad en su consumo, y ante todo es una bebida ideal que puede ser aprovechada en mejores oportunidades comerciales”, sostuvo.
El investigador analizó los niveles de etanol y metanol presentes en la bebida espirituosa, este aguardiente elaborado y destilado de manera artesanal por los productores tsotsiles de la comunidad indígena de Cruztón; perteneciente al municipio de San Juan Chamula.
Su objetivo, dijo, fue cuantificar las concentraciones de etanol y metanol en las muestras de pox mediante la cromatografía de líquidos de alta resolución (HPLC por sus siglas en inglés), comparar los valores obtenidos con los criterios de la Norma Oficial Mexicana (NOM) vigente.
También se trata de una investigación que rescata la cultura, pues identificar las características propias de la elaboración artesanal basada en los conocimientos de los productores.
Para finalizar, dijo que, se espera que mediante la comunicación formal de los resultados, podamos rescatar y conservar el valor cultural de la elaboración, lo que involucra la participación de los sujetos sociales del estudio y oportunidades de mejora en las características del producto.
