La Conferencia del Episcopado Mexicano destacó que bendecir no significa aprobar la unión y que la doctrina sobre el matrimonio no cambia. / Foto: Especial

-El obispado aclaró que si se pueden ofrecer oraciones no litúrgicas a las parejas en situaciones irregulares o del mismo sexo

Alfredo Pacheco / Bitácora Sur

Tuxtla Gutiérrez.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que en la iglesia Católica no se pueden bendecir ritualmente uniones que contradigan la doctrina sobre el matrimonio.

Señalaron lo anterior ya que desean orientar sobre orientar sobre la posibilidad de impartir bendiciones a las parejas en situaciones irregulares o del mismo sexo, a la luz de recientes documentos oficiales de la Iglesia.

Asimismo precisaron que con la reciente “Declaración Fiducia Supplicans” del 18 de diciembre de 2023 del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobada por el Papa Franciso, será posible bendecir parejas formadas por personas del mismo sexo, pero al margen de cualquier ritualización e imitación del matrimonio.

“Expresamos como episcopado mexicano, nuestra comunión con el Santo Padre siguiendo sus orientaciones para favorecer la caridad pastoral en el anuncio del Evangelio y exhortamos, tanto a los sacerdotes y agentes de pastoral como a los fieles en general, a no generar confusión ni desvirtuar el sentido pastoral de lo que pide el Papa Francisco”, expuso la CEM.

En ese sentido, destacaron que bendecir no significa aprobar la unión y que la doctrina sobre el matrimonio no cambia, pues permanece como la “unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos”.

Los obispos del país enfatizaron que solo en ese contexto las relaciones sexuales encuentran su sentido natural, adecuado y plenamente humano; por lo que la doctrina de la Iglesia sobre este punto se mantiene firme.

Para finalizar, la CEM indicó que ante la petición de dos personas de ser bendecidas, aunque su condición de pareja sea «irregular», será posible que el ministro ordenado dé su consentimiento; sin embargo, pero sin que este gesto de proximidad pastoral contenga elementos ni remotamente parecidos a un rito matrimonial.

Deja un comentario