
-Rubisel Jiménez Nuriulu de la reserva ‘Tío Tiburcio’, dijo que se puede aprovechar las características únicas del árbol para enfrentar el cambio climático y la escasez de agua.
Alfredo Pacheco / Bitácora Sur
Tuxtla Gutiérrez.- El jocote, conocido también como ciruela o jobo, podría ser una opción eficiente para proyectos de reforestación en Chiapas debido a su alta resistencia y bajo requerimiento de agua, así lo señaló Rubisel Jiménez Nuriulu, guardián de la reserva natural ‘Tío Tiburcio’.
En una entrevista reciente, Jiménez Nuriulu explicó que en esta reserva, ubicada en el municipio de Chiapa de Corzo, se han sembrado más de 400 plantas de jocote, de las siete variedades diferentes de esta.
Asimismo, indicó que esta iniciativa no solo busca preservar la biodiversidad local, sino también aprovechar las características únicas del árbol para enfrentar el cambio climático y la escasez de agua.
“Es una planta muy noble, no te exige agua ni mayores cuidados. Se siembra en esquejes entre los meses junio y julio y vive todo el año solo con el agua de lluvia”, sostuvo.

Destacó que además de su resistencia, el jocote ofrece beneficios económicos para las comunidades rurales, ya que su fruta puede ser aprovechada de diversas formas a lo largo del año, y con ello generar ingresos sostenibles para las familias que la cultivan.
Jiménez Nuriulu también destacó el enfoque educativo de la reserva Tío Tiburcio, que se ha convertido en un espacio para concientizar sobre la importancia de preservar los recursos naturales. «No solo damos un paseo, aquí buscamos que cada visitante comprenda el papel que cada árbol juega en este planeta», comentó.
Dijo para finalizar que actualmente, la reserva cuenta con más de 3,000 árboles, y los visitantes pueden recorrer los senderos rodeados de esta riqueza natural mientras aprenden sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.