PUNTODEFUGA
Alfredo Pacheco
La Violencia Policial en Tuxtla Gutiérrez
El reciente fallecimiento de Jesús Iván, un joven de 28 años que perdió la vida al interior del Centro de Cumplimiento de Sanciones Administrativas, conocido como «La Popular» en la capital chiapaneca, es una brutal confirmación de los excesos policiales que manchan el uniforme de aquellos que, irónicamente, deberían proteger a la ciudadanía.
Jesús Iván fue detenido a escasos metros de su hogar, en el Infonavit Solidaridad de esta ciudad, sin que existieran reportes previos que justificaran la intervención. Sus vecinos, sorprendidos y asustados, me comentaron que era una persona tranquila, ajena a conflictos. Sin embargo, tras ser llevado por elementos de la policía municipal, ingresó con vida a «La Popular» y salió de ahí en un ataúd. Este caso no es una historia aislada; es un patrón de abuso que se repite una y otra vez en nuestra ciudad.
Conozco de los excesos de la policía municipal pues han agredido a dos compañeros y amigos, el columnista Bernardino Toscano y el fotoperiodista Diego Pérez, a quienes detuvieron y subieron a una patrulla sin motivo alguno, por fortuna se supo de esa detención arbitraria, y se exigió su liberación y reparación del daño, pero… ¿Qué pasa con aquellos ciudadanos que no tienen el respaldo y exposición de los medios?.
Debo señalar que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ha documentado múltiples denuncias por uso excesivo de la fuerza y maltrato por parte de elementos de la policía de Tuxtla Gutiérrez. Sin embargo, las recomendaciones emitidas parecen caer en oídos sordos; ya que el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, encabezado por Ángel Torres Culebro, ha optado por la omisión y el silencio ante estos señalamientos, permitiendo que la impunidad siga prevaleciendo y que además ya cobró una vida en esta administración, ¿hasta cuándo hará algo al respecto el edil?.
El caso de Jesús Iván no solo revela la brutalidad de algunos elementos policiales, sino también una preocupante falta de control y supervisión sobre las instituciones que deberían garantizar nuestra seguridad. «La Popular» se ha convertido en un símbolo de temor, donde las pertenencias desaparecen y las personas son tratadas como cifras desechables. Cada vez se saben de mas historias de golpes, humillaciones y abusos por parte de elementos de la policía municipal, en tanto que las respuestas oficiales por parte de las autoridades son inexistentes, en un silencio complice.
Exigimos justicia. Exigimos que las autoridades respondan a las recomendaciones de la CEDH y que los responsables sean llevados ante la justicia. El silencio del ayuntamiento no es solo cobardía política, es complicidad.
No podemos permitir que nuestras calles se conviertan en zonas de miedo. No podemos dejar que la brutalidad sea la norma y que el abuso quede sin castigo. Porque si callamos ahora, estamos condenando a otros jóvenes a correr la misma suerte que Jesús Iván y en verdad deseo que su muerte no quede impune…
PERSPECTIVA
El regaño del Jaguar al “Conta Gil” es una muestra de que en la Nueva ERA se le apuesta a la disciplina, el gobernador reconoce que es válido tener una aspiración y actuó muy bien al ponderar la disciplina y unidad; ojalá que el resto de los actores políticos se den cuenta que ya no son los tiempos donde el mandatario estatal solo se limitaba a dar reportes del clima y sus allegados hacían lo que querían.
¡Hasta la próxima!