-La madre de un menor de 3 años señala que este podría quedar con secuelas neurológicas
Alfredo Pacheco / Bitácora Sur
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Erisel Hernández Hernández, madre de un niño de tres años, denunció públicamente un presunto caso de mala praxis médica en el Hospital General “Dr. Belisario Domínguez” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), luego de que su hijo, Jonathan Santiago Cristiani Hernández ingresara por un cuadro de apendicitis y terminara con daños neurológicos graves.
Según el testimonio de la madre, el menor ingresó al hospital el pasado 8 de abril por un dolor abdominal que él mismo lograba expresar en la zona donde se ubica el apéndice. Sin embargo, tras realizarle estudios como análisis de sangre, radiografías y un ultrasonido, los médicos determinaron que no se trataba de apendicitis.
Fue hasta el 10 de abril, y ya en estado grave, que los doctores decidieron realizar una cirugía de emergencia. La operación, que inició como una laparoscopía, terminó en una laparotomía, y durante el procedimiento, según la denuncia, se lesionó un vaso sanguíneo que va hacia la pierna izquierda del menor, provocándole una hemorragia masiva y un paro cardíaco de 27 minutos.
Tras la cirugía, el menor fue inmovilizado con vendajes en las piernas por una posible trombosis. La madre asegura que su hijo, quien antes era completamente sano, ahora enfrenta problemas neurológicos severos que afectan su movilidad y lenguaje.
Erisel Hernández también señaló que hasta el momento no se le ha permitido tener acceso a la tomografía que le realizaron al niño antes de ingresar por segunda vez al quirófano, lo que considera un acto de opacidad por parte del hospital.
La madre de Jonathan Santiago precisó que en el cirujano identificado en esta denuncia es el doctor Mundo Alegría, y aseveró que el ISSSTE lo protege.
La familia exige que se garantice el acceso a servicios de rehabilitación para el menor y que se acelere su traslado a la Ciudad de México, ya que la consulta de seguimiento fue programada hasta el 14 de julio, una fecha que consideran inaceptable dadas las condiciones de salud del menor.
“Mi hijo no entró con problemas neurológicos, era un niño sano, activo, y ahora lucha por hablar, por caminar.»
Esta situación nos ha afectado en todo: emocional, económica y familiarmente. Tenemos otro bebé de 10 meses y hemos tenido que separarnos para poder atender a ambos”, expresó la madre visiblemente afectada.
Hasta el momento, el ISSSTE no ha emitido un posicionamiento oficial sobre el caso.