
-El arzobispo de Tuxtla señaló que se debería permitir que organizaciones civiles, religiosas y de ayuda humanitaria puedan complementar los esfuerzos institucionales
Alfredo Pacheco / Bitácora Sur
Tuxtla Gutiérrez.– Ante el creciente desbordamiento de necesidades sociales en Chiapas, el arzobispo de la capital chiapaneca, monseñor José Francisco González González, señaló que el gobierno debería adoptar un enfoque subsidiario en materia de asistencia social, y permitir que organizaciones civiles, religiosas y de ayuda humanitaria puedan complementar los esfuerzos institucionales.
En entrevista, el arzobispo lamentó que actualmente los apoyos públicos a albergues y asociaciones civiles hayan disminuido considerablemente, lo que ha dificultado su operación frente a una demanda creciente, particularmente por parte de personas en situación de movilidad.
“Anteriormente, en otros gobiernos, a las instituciones de asistencia privada se les apoyaba con recursos para que en los albergues se pudiera brindar comida y otros servicios. Hoy, por desgracia, ya no hay ese tipo de ayudas y a veces estas instituciones tienen que sobrevivir como pueden”, sostuvo.
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El arzobispo destacó que gran parte de la ayuda que ofrecen los albergues de la Iglesia proviene de donaciones voluntarias, principalmente de personas mayores y de bajos recursos. “La gente pobre es la que más apoya. Da su kilo de arroz, de azúcar, de frijol… pero la necesidad termina por rebasar las capacidades”, expuso.
Destaca que otras organizaciones, como el Banco de Alimentos, señalan que al igual que la Iglesia católica enfrentan serias dificultades para solventar servicios básicos como luz, agua o incluso ofrecer una mínima compensación a quienes colaboran con ellas a tiempo completo.
En ese sentido, González González advirtió que si el gobierno insiste en acaparar la asistencia social sin contar con una red de apoyo eficaz, el sistema puede colapsar.
“El gobierno quiere tener prácticamente la asistencia social, pero se está desbordando. Debería ser más subsidiario, dando concesiones y apoyos directos a otras asociaciones para que también puedan ayudar” aseveró.
Para finalizar, monseñor José Francisco comparó la situación de la asistencia social con el sector educativo, donde el Estado ha tenido que recurrir a instituciones privadas para garantizar la cobertura.
“Así como la educación no la puede dar toda el gobierno, también en salud y asistencia social se debe permitir y facilitar que otros participen. Si no, seremos un pueblo hambriento, deprimido e inculto, incapaz de competir en este mundo globalizado”, advirtió.