
-La Facultad Libre de Derecho de Chiapas le entregó su Galardón Rinoceronte
Alfredo Pacheco / Bitácora Sur
Tuxtla Gutiérrez.– Por su destacada trayectoria en el ámbito médico, académico y social, el doctor Javier Castellanos Coutiño fue reconocido con el Galardón Rinoceronte, máxima distinción que otorga la Facultad Libre de Derecho de Chiapas (FLDCH) a personalidades que han contribuido de manera significativa al desarrollo del estado y del país.
Durante la ceremonia, el rector de la FLDCH, doctor Gabriel Enrique Bravo del Carpio, resaltó el legado del especialista, quien marcó un precedente en la historia de la medicina al convertirse en el primer trasplantólogo de riñón en México, además de haber impulsado reformas legislativas en materia de salud.
“Es un patrimonio de Chiapas y un referente nacional e internacional por todo lo que ha logrado. Su ejemplo trasciende generaciones y su influencia ha dejado huella tanto en el ámbito médico como en el jurídico y social”, subrayó el rector.
Bravo del Carpio señaló que reconocer a figuras de esta talla mientras están en vida es fundamental para valorar su trabajo, su tenacidad y su impacto en la vida pública y privada del país. “Honrar a nuestros grandes chiapanecos es reconocer el legado que construyen y el camino que abren para las futuras generaciones”, añadió.
Al recibir la distinción, Castellanos Coutiño se mostró profundamente emocionado y agradeció a la institución, a los académicos y a los estudiantes por el homenaje. Durante su discurso, compartió emotivas reflexiones sobre sus orígenes, su vocación de servicio y su compromiso con Chiapas.
“Este reconocimiento en mi tierra tiene un valor muy especial. Mis padres, maestros rurales, me inculcaron valores que han guiado mi vida, entre ellos que la vida sirve para servir a los demás. Esa ha sido mi filosofía y el motor de mi trabajo”, expresó.
Finalmente, el médico chiapaneco hizo un llamado a las nuevas generaciones a prepararse con excelencia, a comprometerse con el desarrollo social y a fortalecer su dimensión espiritual, elementos que —dijo— son esenciales para construir un país más justo, competitivo y solidario.