Infodemia y posverdad: cuando la sociedad renuncia a la realidad

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PUNTO DE FUGA

Alfredo Pacheco
 
Infodemia y posverdad: cuando la sociedad renuncia a la realidad
 
Vivimos en tiempos donde la verdad ya no es un punto de encuentro, sino un campo de batalla. La posverdad —ese fenómeno en el que las emociones pesan más que los hechos— ha dejado de ser una idea académica para convertirse en una amenaza cotidiana. Hoy no basta con mostrar evidencia: videos, documentos o incluso pruebas científicas. Si alguien ha decidido no creer, simplemente no lo hará.
 
Lo ilustra muy bien un ejemplo que circula en internet desde hace años; en el 2016 un rapero llamado B.o.B., convencido de que la Tierra es plana, retó al astrofísico Neil deGrasse Tyson para que le demostrara lo contrario. Tyson ofreció explicaciones astronómicas, físicas, empíricas e incluso recurrió al humor. Al final, dejó caer un lápiz para evidenciar la gravedad: todo un despliegue pedagógico. ¿El resultado? El rapero siguió afirmando que la Tierra es plana. La conclusión del científico fue lapidaria: es imposible dialogar con quien ya decidió negar la realidad.
 
Ese es el punto crítico de la posverdad: no es que alguien mienta para manipular, sino que amplios sectores de la población prefieren construir su propia “verdad” aunque contradiga lo verificable. No importa el dato duro, importa la creencia. No importa la evidencia, importa la lealtad emocional a un grupo, una idea o una narrativa.
 
En el contexto local, podemos decir que la posverdad es el fenómeno de “los otros datos”, aunque se exhiban pruebas, si la persona decide no creer, simplemente no lo hará.
 
A posverdad se suma otro fenómeno igualmente peligroso: la infodemia, término acuñado tras la pandemia de 2020; y es el exceso abrumador de información que nos rodea.
 
Nunca en la historia humana habíamos tenido acceso a tantos datos, noticias, opiniones, videos y estadísticas. Pero tampoco habíamos estado tan expuestos a información incorrecta, maliciosa o simplemente mal interpretada.
 
En el 2020, mucha gente tenía demasiado tiempo libre por el encierro y empezó a generar contenido a diestra y siniestra, lamentablemente mucho de este no solo era incorrecto, sino hasta peligroso, recordamos cosas tan lamentables como quienes recomendaban beber cloro para tratar el COVID.
 
La infodemia satura, confunde, desgasta. Nos hace creer que estamos informados solo porque estamos rodeados de mensajes, aunque la mayoría no haya pasado por el más mínimo proceso de verificación. Y ahí se abre la puerta perfecta para la posverdad: entre tanta información, cada quien elige la versión que más conforta sus emociones, no la que mejor explica los hechos.
 
 
¿Cómo defendernos de este doble riesgo?
La respuesta no es sencilla, pero empieza por algo fundamental: recuperar una cultura de pensamiento crítico. Aprender a desconfiar sanamente, a verificar, a exigir evidencias y a cuestionar incluso aquellas ideas que nos resultan cómodas. Se trata también de seleccionar fuentes confiables y distinguir entre información y ruido, entre evidencia y simple opinión.
 
En un mundo donde las inteligencias artificiales procesan información a una velocidad que jamás podremos igualar, nuestro único punto de defensa es la capacidad humana de analizar, contextualizar y decidir con criterio. No podemos evitar que la infodemia siga creciendo; lo que sí podemos evitar es ser víctimas pasivas de ella.
 
La posverdad y la infodemia no son fenómenos abstractos. Erosionan instituciones, debilitan la democracia, polarizan comunidades y destruyen la posibilidad del diálogo.
 
Pero sobre todo, representan una amenaza profunda para algo que debería unirnos: la realidad compartida; porque cuando la sociedad renuncia a la verdad, lo que se pierde no es un debate; sino que se pierde nuestro futuro como sociedad.
 
 
PERSPECTIVA
La presidenta Claudia Sheinbaum viene a Tuxtla Gutiérrez este viernes, la mandataria asiste a la inauguración oficial el Hospital General Regional de Especialidades No. 13 “XIV de Septiembre” del IMSS, una institución que ubica a la capital chiapaneca como referente en la atención a la salud y que sin duda impulsará el desarrollo de nuestra ciudad.

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