
-De aprobarse la reforma, nuestro estado se convertiría en una de las primeras entidades del país en reconocer explícitamente los derechos de las personas de talla baja
Alfredo Pacheco / Bitácora Sur
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.– En el Congreso del Estado fue presentada una iniciativa que busca reconocer la talla baja como una discapacidad y establecer la obligatoriedad del “escalón universal” como medida de accesibilidad en espacios públicos y de servicio.
La propuesta pretende modificar el marco jurídico estatal para garantizar condiciones reales de inclusión a las personas de talla baja, quienes históricamente han enfrentado discriminación y barreras físicas.
La iniciativa fue presentada por la diputada local por MORENA Luz María Castillo Moreno, quien afirmó que este proyecto trasciende un término legal y responde a una deuda pendiente con este sector de la población.
“No se trata de un simple cambio semántico, es un acto de justicia social, jurídica y humana. Nunca más ser rechazado por ser de talla baja y por falta de accesibilidad”, puntualizó.
¿Qué implica el “escalón universal”?
El planteamiento contempla la instalación obligatoria de un escalón adaptado que permita a las personas de talla baja acceder sin obstáculos a servicios esenciales. Este ajuste deberá colocarse en:
Ventanillas y módulos de atención
Mostradores de servicio
Sanitarios
Dependencias y organismos públicos
Transporte y otros espacios donde se brinden servicios al público
Castillo Moreno explicó que esta medida representaría un avance significativo en la eliminación de barreras arquitectónicas, facilitando la autonomía y participación social de quienes viven con talla baja.
Cabe destacar que de aprobarse la reforma, Chiapas se convertiría en una de las primeras entidades del país en reconocer explícitamente los derechos de las personas de talla baja dentro de su legislación y en establecer un estándar de accesibilidad diseñado especialmente para esta población.
La diputada concluyó que el reconocimiento jurídico y las medidas propuestas permitirían avanzar hacia un estado más incluyente, donde la igualdad no solo esté en las leyes, sino también en la vida cotidiana.











